Pruebas de audición: ¿Qué esperar?

Cuando notamos que nuestra audición no es lo que solía ser, el primer paso esencial es realizar una prueba de audición. Estas pruebas son sencillas, no invasivas y cruciales para entender nuestra salud auditiva. Pero, ¿qué implican exactamente y cómo debemos prepararnos para ellas?

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1. ¿Qué es una Prueba de audición?

‍Una prueba de audición, o audiometría, es un conjunto de exámenes que evalúan tu capacidad para escuchar diferentes sonidos, tonos y frecuencias. No duele y es la mejor manera de determinar el tipo y grado de pérdida auditiva que podrías tener.

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1.1. Antes de la prueba: preparación

Antes de tu cita, es importante evitar la exposición a ruidos fuertes para no afectar los resultados. También es recomendable hacer una lista de los medicamentos que tomas y los síntomas auditivos que has experimentado, como zumbidos o dificultad para entender conversaciones en ambientes ruidosos.

1.2. Durante la prueba: el proceso

‍La prueba de audición se realiza en una cabina insonorizada o en una habitación tranquila. Usarás unos auriculares a través de los cuales escucharás sonidos a diferentes volúmenes y tonos. El especialista te pedirá que indiques cada vez que escuches algo, a menudo presionando un botón.

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2.‍Tipos de pruebas auditivas

‍Existen diferentes tipos de pruebas que el audiologo puede usar para evaluar tu audición. Cada una examina una parte específica del oído y juntas ofrecen un panorama completo de tu salud auditiva.

2.1. Audiometría tonal

Esta prueba mide tu capacidad para escuchar sonidos de varios tonos y volúmenes. Te pondrán unos auriculares y escucharás pitidos a diferentes frecuencias, indicando cada vez que oigas algo.

2.2. Audiometría verbal

Aquí se evalúa tu habilidad para entender el habla. Escucharás una serie de palabras a diferentes volúmenes y tendrás que repetirlas. Esto ayuda a entender cómo la pérdida auditiva afecta tu comunicación diaria.

2.3. Timpanometría

Esta prueba mide la movilidad del tímpano y la conducción del sonido a través del oído medio. Se introduce un pequeño dispositivo en el canal auditivo que cambia la presión y hace vibrar el tímpano. No duele y es muy rápida.

2.4. Pruebas de Otoemisiones Acústicas (OEA)

Las OEA son útiles para saber cómo está funcionando el oído interno (cóclea). Se colocan unos pequeños audífonos que emiten sonidos y recogen las "respuestas" que la cóclea produce.

2.5. Audiometría de Alta Frecuencia

Esta prueba es similar a la audiometría tonal, pero se enfoca en sonidos de alta frecuencia que son los primeros en afectarse por la pérdida auditiva y pueden ser cruciales para entender el habla en ambientes ruidosos.

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3. Después de la Prueba: Interpretando los Resultados

‍Una vez completadas las pruebas, el audiologo analizará los resultados contigo. Te explicará los audiogramas, que son gráficos que muestran tu respuesta a los sonidos en diferentes frecuencias y volúmenes. Estos resultados ayudarán a determinar si necesitas audífonos o algún otro tipo de tratamiento.

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Conclusión: tu salud auditiva en tus manos

‍Las pruebas de audición son herramientas poderosas para cuidar de tu salud auditiva. No hay razón para temerlas; son el primer paso para mejorar tu calidad de vida si estás enfrentando desafíos auditivos. Recuerda, detectar cualquier problema de audición temprano puede hacer una gran diferencia. Así que, si sospechas que tu audición no es la de antes, no dudes en consultar con un especialista. Tu futuro yo te lo agradecerá.

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