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Para muchas personas, convivir con el tinnitus puede ser una lucha diaria. Los acúfenos pueden percibirse de muchas maneras diferentes. La más habitual es que los pacientes los describen como un pitido o un zumbido en el oído.
El impacto y la repercusión del tinnitus dependen de la experiencia de cada paciente. Aunque la mayoría de las personas solo perciben el tinnitus como una leve distracción, todavía existen millones de personas que luchan contra casos graves de acúfenos que disminuyen considerablemente su calidad de vida.
Muchas personas con acúfenos aseguran que les cuesta concentrarse porque el sonido les distrae, y otras afirman que afecta negativamente a sus relaciones. En definitiva, el pitido constante en el oído puede hacer que las tareas diarias resulten difíciles de realizar.
Convivir con acúfenos puede parecer un gran desafío, pero en este artículo queremos explicarte qué debes y qué no debes hacer para poder llevar una vida más relajada.
El estrés es uno de los factores que desencadena la aparición de los acúfenos en numerosos pacientes. Controlar el estrés suele ser una de las claves para empezar a controlar el pitido en el oído.
Aparte del estrés emocional, al que normalmente estamos acostumbrados, el estrés físico, provocado normalmente por una enfermedad o lesión, puede derivar en acúfenos.
Mantener una alimentación saludable regular es imprescindible, no solo para los acúfenos, sino para todo en general. Una dieta saludable nos hace sentir mejor y, además, hay algunos alimentos (especialmente los salados) que agravan la percepción del acúfeno.
Reducir la ingesta de sal e integrar hábitos alimentarios saludables es especialmente recomendable.
La cafeína, el alcohol y el tabaco no son buenos para la salud en general, y los tres pueden agravar los acúfenos. Aunque pueda resultar difícil dejar completamente estos hábitos, reducir al máximo posible el consumo de estos productos puede ayudar a disminuir la percepción del tinnitus.
Debes considerar cualquier cambio en la audición como una emergencia médica. Estudios recientes han demostrado que las personas que han sufrido una pérdida auditiva repentina y han recibido tratamiento durante las primeras 48 horas desde su aparición, pueden tener probabilidades de revertir la pérdida auditiva. Si el tratamiento recetado por un otorrinolaringólogo no se administra hasta semanas después del inicio, la pérdida de audición suele ser permanente e irreversible.
Aunque muchos esperamos y decimos “ya se pasará”, es una mala idea. El diagnóstico y el tratamiento funcionan mejor si se administran de forma inmediata cuando aparecen los primeros síntomas.
Realizar ejercicio de forma constante y practicar técnicas de relajación ayudan a muchas personas a encontrar alivio al tinnitus. El yoga es una buena opción ya que combina la respiración y técnicas de relajación. Otras personas encuentran alivio en sesiones de sauna o realizando ejercicios de cardio.
El cansancio excesivo puede provocar acúfenos, sobre todo cuando no dormimos lo suficiente.
Si eres de los que le cuesta conciliar el sueño, pon a prueba las técnicas más habituales:
Este es uno de los consejos más importantes. En este punto, entendemos que has aceptado que tienes un pitido en el oído, que no tiene cura y que quieres aprender a vivir con él. No estás solo. Millones de personas alrededor del mundo tienen zumbidos en el oído. Hay muchos foros, grupos en Facebook y asociaciones que tienen como objetivo ayudar a personas afectadas por los acúfenos.
Los ruidos fuertes pueden agravar el acúfenos. Asegúrate siempre de proteger tu audición cuando estés expuesto a ruidos demasiado fuertes. El uso de tapones o protectores auditivos puede ser necesario si estás cerca de música alta, disparos o maquinaria ruidosa.
Aunque parezca mentira, el silencio puede empeorar los zumbidos en el oído. Si has usado audífonos que ofrecen terapia de sonido, ya tienes una idea de cómo el sonido de fondo puede ayudar a aliviar el tinnitus. Sin embargo, si aún no has buscado un tratamiento para los acúfenos, te recomendamos buscar ayuda y evitar el silencio total.
Los desencadenantes varían de persona a persona, así que es importante prestar atención y observar cuáles son los que empeoran tu pitido. Por norma general, son bastante comunes:
Probablemente, los acúfenos no aparecieron de la noche a la mañana, así que tampoco deberías esperar que desaparezca enseguida. Aunque, como ya hemos mencionado en varias ocasiones, los acúfenos no tienen una cura científicamente respaldada, con paciencia y la ayuda de un profesional de la audición puedes mejorar la percepción de los acúfenos, habituarte a este nuevo sonido que te acompaña y recuperar la calidad de vida.
Si tú o un ser querido estáis experimentando un pitido en el oído, podemos ayudarte de forma gratuita a encontrar un especialista que pueda ayudaros.
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